En muchas ocasiones, por temas de velocidad de carga se opta por comprimir tanto el código fuente HTML como las hojas de estilo CSS y el código JavaScript.
El tiempo de carga es un factor SEO muy relevante
Si queremos volver a ver de forma clara el código CSS para poder realizar cambios sobre el mismo, podemos hacer uso de alguna de los múltiples aplicaciones que descomprimen de forma gratuita.
Tan sólo tendremos que copiar y pegar el CSS comprimido y la aplicación nos devolverá la versión con la que podremos trabajar de forma sencilla.
Es buena práctica trabajar con dos ficheros, uno comprimido y otro no de tal forma que cuando hagamos un cambio, generemos la versión comprimida y sea ésta la que subamos al servidor web.
Si estáis comprometidos con el tiempo de carga de vuestra web, os recomiendo el artículo automatizar análisis de Lighthouse para que podáis monitorizar de forma automática el rendimiento de vuestras páginas.