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Cómo clasifica Google las imágenes en sus resultados

Publicado el 08/10/2025 5 minutos de lectura SEO

En los últimos meses se ha hablado mucho del Content Warehouse leak, una filtración que nos ofreció a los SEOs del mundo una mirada sin precedentes al funcionamiento interno de Google. Uno de los aspectos más curiosos que reveló fue cómo Google clasifica las imágenes en sus resultados. Y lo cierto es que hay mucho más detrás de lo que solemos pensar.

Os comparto los factores más importantes que influyen en el posicionamiento de imágenes y cómo podéis aplicarlos para mejorar tu propia estrategia SEO.

¿Qué busca Google al clasificar imágenes?

Google no solo analiza el texto que rodea una imagen o su etiqueta ALT. Su objetivo es entender qué representa la imagen, de dónde proviene y qué valor aporta al usuario. Para ello, utiliza una combinación de señales técnicas, de calidad y de comportamiento que le ayudan a determinar cuáles mostrar primero.

¿Cómo detecta Google la fuente original de una imagen?

Uno de los puntos más interesantes del leak fue la detección de la fuente original mediante una variable llamada contentFirstCrawlTime.
En pocas palabras, Google prioriza la versión de una imagen que haya rastreado primero, lo que refuerza la importancia de subir contenido original y no reutilizar imágenes de otros sitios.

Si publicas contenido visual propio, asegúrate de indexarlo cuanto antes para que Google lo identifique como la fuente original.

¿Cómo evalúa Google la calidad visual?

Google aplica modelos de inteligencia artificial llamados NIMA (Neural Image Assessment) que valoran dos aspectos clave:

  • Calidad técnica: enfoque, iluminación, nitidez…
  • Atractivo visual: composición, equilibrio y estética general.

Esto significa que una buena foto no solo debe estar bien optimizada, también debe “verse bien”. Las imágenes con buena calidad y composición tienen más probabilidades de posicionar mejor.

¿Penaliza Google el “clickbait visual”?

Sí. A través de un indicador llamado clickMagnetScore, el buscador penaliza las imágenes que generan clics engañosos o no relevantes.
Vamos, que si usas imágenes llamativas que no tienen relación con el contenido o la intención de búsqueda, Google puede restarte visibilidad.

La lección aquí es clara: sé honesto con lo que muestras. Si la imagen no ayuda a entender el contenido, mejor no usarla.

¿Cómo relaciona Google una imagen con entidades reales?

Otra capa fascinante del proceso es el enlazado de entidades. Google es capaz de reconocer objetos dentro de una imagen y vincularlos a su Knowledge Graph, su enorme base de conocimiento sobre personas, lugares y cosas.

Esto le permite entender el contexto semántico de la imagen, algo que cada vez pesa más en los resultados.
Si puedes, añade contexto en el texto circundante o los nombres de archivo para ayudar a Google a comprender qué aparece en tus imágenes.

¿Qué pasa con las imágenes de baja calidad?

No todas las imágenes llegan a indexarse. Google utiliza un sistema interno llamado Amarna, que actúa como un filtro de calidad. Solo las imágenes que cumplen ciertos estándares (originalidad, resolución, relevancia) entran en el índice principal.
Por eso, si tus imágenes no se posicionan, puede que simplemente no pasen este filtro inicial.

¿Puede Google leer el texto dentro de una imagen?

Sí, y cada vez lo hace mejor. Mediante tecnologías OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres), Google es capaz de indexar el texto contenido dentro de las imágenes.
Esto significa que si tu imagen incluye palabras relevantes o información importante, estas pueden contribuir al posicionamiento.

Eso sí, no abuses del texto en imágenes: Google sigue prefiriendo el contenido textual accesible en HTML y, además, éste posiciona mejor.

¿Importa el tipo de imagen?

Definitivamente. Google clasifica las imágenes según su tipo o intención visual: fotografía, ilustración, clipart, icono, etc. Esto le permite mostrar el formato más adecuado para cada consulta.
Por ejemplo, si alguien busca “mapa político de Europa”, probablemente verá más ilustraciones que fotos reales.

Ten esto en cuenta al elegir las imágenes: usa el tipo que mejor encaje con la intención de búsqueda.

¿Cómo influye la interacción del usuario?

Google mide señales como cuántas veces alguien pasa el ratón por encima de una imagen (hover), o la relación entre impresiones y clics reales.
Estos datos, conocidos como h2i (hovers-to-impressions) o h2c (hovers-to-clicks), le sirven para entender qué imágenes resultan más atractivas o útiles para los usuarios.

si tu imagen recibe atención real, Google lo nota.

¿Qué otros factores influyen?

Además de todo lo anterior, Google también valora aspectos como:

  • La confianza y profesionalidad del sitio (fondo blanco, visibilidad en la página, dominio de confianza).
  • Los datos estructurados en e-commerce o licencias de imagen.
  • El cumplimiento de políticas de contenido seguro mediante sus clasificadores SafeSearch.
  • La gestión de duplicados, donde se prioriza la versión con mayor autoridad o calidad.

Todo esto forma parte de una visión mucho más sofisticada del SEO técnico aplicado a imágenes.

¿Qué puedes hacer tú?

Si quieres mejorar el SEO de tus imágenes, céntrate en estos puntos:

  1. Crea y publica contenido visual original.
  2. Asegúrate de que tus imágenes son de alta calidad.
  3. Evita el clickbait y sé coherente con la intención de búsqueda.
  4. Añade contexto textual y estructura de datos cuando sea posible.
  5. Cuida la experiencia del usuario: si la imagen gusta y recibe interacción, mejorará su rendimiento.

El SEO de imágenes ya no es solo poner un “alt” correcto. Es entender cómo Google analiza la calidad, la intención y la utilidad de cada imagen.
Y cuanto antes empieces a aplicarlo, antes notarás la diferencia.