Google no solo indexa páginas y muestra resultados. También clasifica las consultas de los usuarios en función de su intención. Gracias a una vulnerabilidad descubierta hace poco en un endpoint interno de Google (por la que incluso pagaron a los investigadores que la encontraron), hemos podido saber que casi todas las búsquedas se asignan a una de 8 categorías principales.
Esto nos da una pista muy clara de cómo el buscador entiende lo que escribimos y cómo organiza la información para devolver el mejor resultado posible.
¿Qué significa que Google clasifique las consultas?
Cada vez que un usuario escribe algo en Google, el sistema intenta interpretar qué quiere realmente. No es lo mismo buscar “precio del iPhone 15” que “cómo hacer mejores fotos con el iPhone 15”. Aunque ambas consultas mencionan lo mismo, la intención cambia: en un caso es informativa y concreta, y en el otro es instructiva.
Conocer estas clasificaciones nos ayuda a entender mejor cómo funciona el motor de búsqueda y, de paso, adaptar nuestra estrategia de contenidos para alinearnos con lo que Google espera mostrar en cada situación.
¿Cuáles son las 8 categorías de consultas?
Google utiliza la etiqueta interna rq_semantic_query_class
para definir el tipo de búsqueda. Estas son las 8 categorías detectadas:
-
SHORT_FACT → Consultas que buscan un dato rápido.
Ejemplo: “cuánto mide la torre Eiffel”. -
OTHER → Preguntas generales que no encajan en otras categorías.
Ejemplo: “qué opinan los chefs de las freidoras de aire”. -
COMPARISON → Cuando el usuario quiere comparar dos o más opciones.
Ejemplo: “ventanas de PVC vs aluminio”. -
CONSEQUENCE → Consultas sobre lo que pasa si ocurre algo.
Ejemplo: “qué pasa si dejas crecer un espárrago”. -
REASON → Preguntas sobre el porqué de algo.
Ejemplo: “por qué retiraron el medicamento X del mercado”. -
DEFINITION → Búsquedas que buscan una explicación o significado.
Ejemplo: “qué es la biometría de comportamiento”. -
INSTRUCTION → Peticiones sobre cómo hacer algo.
Ejemplo: “cómo cocinar una alcachofa al vapor”. -
BOOL → Preguntas de sí o no.
Ejemplo: “puedo ser entrenador ágil sin experiencia”.
¿Cómo afecta esta clasificación al SEO?
Lo interesante de esta información es que confirma algo que muchos consultores SEO ya intuíamos: Google no trata todas las consultas igual. Según el tipo de búsqueda, priorizará diferentes tipos de resultados:
- En SHORT_FACT veremos más respuestas directas, cuadros de información o fragmentos destacados.
- En INSTRUCTION suelen aparecer tutoriales, guías paso a paso o vídeos de YouTube.
- En COMPARISON es más habitual que aparezcan tablas, listados o artículos de análisis.
Esto significa que, para diseñar una buena estrategia SEO, no basta con elegir palabras clave: hay que entender qué quiere realmente el usuario y qué formato de contenido espera Google mostrar para esa consulta.
¿Qué podemos aprender de todo esto?
La clasificación de Google nos da pistas muy útiles:
- Escribir pensando en la intención de búsqueda. Antes de redactar un artículo, pregúntate qué espera encontrar el usuario.
- Elegir el formato adecuado. Un tutorial no debería parecer un ensayo académico; una comparación debe incluir tablas o listados claros.
- Anticiparse a Google. Si sabemos que una consulta cae en SHORT_FACT, quizá un texto largo no sea la mejor opción.
Conclusión
Google trabaja constantemente en entender mejor a los usuarios y esta clasificación en 8 categorías es una prueba clara. Para quienes creamos contenido, la lección es evidente: no se trata solo de posicionar palabras clave, sino de alinear el contenido con la intención real de la búsqueda. Si conseguimos eso, estaremos un paso más cerca de aparecer en los primeros resultados.