Hoy quiero contaros la historia de dos proyectos y de cómo su evolución ha sido completamente distinta con el paso del tiempo.
Los profesionales del SEO no tenemos una varita mágica para saber qué funciona hoy o qué lo hará en el futuro. Lo que sí tenemos es experiencia y trabajo diario, que nos permiten definir acciones, medir sus resultados y trazar estrategias a medio y largo plazo.
En 2023, empezamos a trabajar en un proyecto SEO que, en pocos meses, consiguió unos resultados muy satisfactorios. A raíz de este éxito, nos contactó una persona que estaba poniendo en marcha un proyecto parecido, aunque no era un competidor directo, y quería que nosotros nos encargáramos de su estrategia desde el principio.
Nos pusimos manos a la obra y el proyecto empezó a crecer. Sin embargo, a los pocos meses, nos comunicó que había recibido una oferta muy tentadora de otra agencia que le garantizaba mejores resultados en menos tiempo. No entraré en detalles, pero la nueva estrategia se basaba en crecer muy rápido a costa de sacrificar la identidad de su marca. Iba a conseguir mucho tráfico a corto plazo, sí, pero con el riesgo de dejar de ser quien era y de enfrentarse a posibles problemas en el futuro.
Aunque prefería quedarse con nosotros, ese tipo de enfoque no encaja con nuestra forma de trabajar (además de que no contábamos con una plataforma tecnológica para llevar a cabo lo que querían hacer). Confiamos más en un crecimiento sólido, sostenido y que se pueda escalar con el tiempo. Creemos en hacer las cosas bien para construir una base fuerte, en lugar de correr demasiado y arriesgarse a una caída. Cualquiera que haya sufrido una penalización de Google creo que tendrá el mismo enfoque que nosotros. Las pruebas para las páginas de testeo, pero en clientes hay que hacer las cosas bien.
Al final, decidió cambiar de proveedor. Y con los números que le prometían, no le culpo.
Suelo seguir la evolución de los proyectos en los que he trabajado, incluso después de que se vayan. Me parece una forma interesante de aprender. Si otros profesionales aplican estrategias diferentes, puedo ver qué funciona y qué no.
En este caso, lo primero que hicieron fue una migración a un nuevo sistema para poder aplicar su nueva estrategia, lo que provocó una pequeña caída inicial. Después, tal y como le habían prometido, empezó a crecer de forma muy considerable. Durante mucho tiempo, de hecho, siguieron creciendo.
Sin embargo, tras la última actualización principal de Google en junio, toda esa visibilidad se vino abajo. Y tenía sentido que ocurriera, porque su crecimiento no se había basado en la calidad o en la construcción de una marca, sino en tácticas para captar tráfico rápido perdiendo su esencia por el camino. En cuanto Google puso las cosas en su sitio, el batacazo fue enorme.
Hoy, casi dos años después, la diferencia entre ambos proyectos es evidente. El primero ha crecido de manera constante y tiene una base sólida y estable. El otro, después de una subida espectacular, se encuentra ahora en un momento complicado.
Desconozco si le habrá compensado durante este tiempo y de qué manera le habrá afectado esta caída, dado que no hemos vuelto a hablar. Desde luego, mi interés en ese proyecto es puramente profesional y ni me alegro ni me apeno por lo que ha pasado. Es aprendizaje que me llevo.