Puede haber tantos puntos de vista como SEO existen en el mundo, pero bajo mi humilde opinión, un buen SEO es aquel que ha entendido el negocio y está alineado con los objetivos que persigue. No lo llevo tanto al tema de acciones o procesos, que sin duda tienen gran trascendencia en el éxito de una estrategia, sino más al entendimiento de la responsabilidad de lo que debe hacer; es decir, a un plano estratégico. Para mí se trata de un trabajo en equipo, con otros SEO, generadores de contenido, consultores de campañas de performance, equipos de desarrollo y cualquier persona que participe en la estrategia digital.
Es preciso saber trabajar en equipo y hacer entender a los responsables del proyecto la responsabilidad del SEO en el crecimiento del negocio. Si no pones en valor tu trabajo, será difícil mantenerlo.
El SEO es un proceso continuo que no se completa con una simple auditoría o declaración de éxito. Debemos diseñar un plan que permita generar un crecimiento escalable a medio y largo plazo. Y demostrar sus resultados para luego hacer casos de éxito.
El verdadero valor del SEO yace en su capacidad para mejorar la experiencia del usuario, al hacer que los sitios web sean más accesibles, rápidos e intuitivos. Su objetivo es enriquecer los resultados de búsqueda en los motores como Google, beneficiando tanto a usuarios como a propietarios de sitios web. En contraste, las prácticas de SEO deficientes se identifican fácilmente por el uso excesivo de acciones inconexas y con escaso valor para el proyecto así como tácticas que carecen de relevancia estratégica o que se enfocan únicamente en manipular los rankings de búsqueda sin aportar valor real.
El objetivo de Google es ofrecer la mejor respuesta al usuario en el menor tiempo posible. Si nos alineamos con ello, mejoraremos el SEO de nuestro proyecto.
La industria del SEO está en constante evolución, destacándose por una adopción más generalizada y la incorporación de prácticas innovadoras. Las entidades de renombre, como McKinsey, han comenzado a reconocer el SEO como una componente crítica en las estrategias de marketing de rendimiento, señalando su aceptación y relevancia en el panorama actual. La documentación y herramientas proporcionadas por Google, como su guía de comercio electrónico para SEO y Google Search Console, reflejan un compromiso con la calidad y la accesibilidad, demostrando la madurez alcanzada por esta disciplina.
Asimismo, la figura del “gurú del SEO” está desvaneciéndose, dando paso a una era donde el conocimiento y las habilidades en SEO son valorados por su impacto tangible en el rendimiento empresarial, más allá de la notoriedad individual. La proliferación de contenido de SEO accesible y la creciente importancia del SEO interno en las empresas indican un cambio hacia una mayor institucionalización y profesionalización del campo.
A medida que la industria del SEO continúa madurando, es crucial mantener la comunidad unida. No debemos olvidarnos de lo que realmente importa: el impacto en los resultados empresariales. En este contexto evolutivo, la verdadera excelencia en SEO radica en su capacidad para permanecer discretamente eficaz, beneficiando a todos los involucrados sin necesidad de reconocimiento explícito.
Podéis encontrar información adicional en mi publicación de 7 habilidades que definen a un buen SEO